Hay cantautores que se vuelven íconos porque sus canciones apelan a diferentes momentos, emociones e historias que trascienden la biografía personal y las generaciones. En ellos el ritmo, la letra precisa y la proyección se convierten en vehículos para hacer sentir, vivir, suspirar y hasta dedicar sus versos. Alguien que ha sido figura cimera en esa tradición musical es el cantautor andaluz Joaquín Sabina. Como parte de su gira “Contra todo pronóstico” y celebrando su vida, el autor de “19 días y 500 noches” llevó a cargo un intenso y emotivo concierto en el Coliseo de Puerto Rico ante casa llena.
Cerca de las 8:50 de la noche, se apagaron las luces del Coliseo acompañado de gritos de emoción del público. Entre ese bullicio, entró a tarima la banda compuesta por: Antonio García de Diego (Guitarrista, pianista, compositor); Jaime Asúa (Guitarrista y compositor); Mara Barros (Cantante y corista); Laura Gómez Palma (Bajista); Y Pedro Barceló (Batería); Seguido casi inmediatamente por Sabina cuya presencia puso a todo los presentes de pie. Con una gran sonrisa mirando a su alrededor, se quitó su bombín para hacer una genuflexión mientras tomaba asiento para cantar “Cuando era más joven". Luego recitó un soneto para interpretar “Sintiéndolo mucho”. Al terminar la misma dijo lleno de emoción: “Buenas noches San Juan de Puerto Rico!” al tiempo que habló algo sobre la gira y agradeció a todos los asistentes por estar.
Con esa euforia, el viaje musical comenzó con las canciones:”Lo niego todo”, “Mentiras piadosas”, “Lágrimas de mármol”, “Cuando aprieta el frío”, “Bulevar de los sueños rotos” y “Llueve sobre mojado”. Luego de ésta, Sabina presentó a Mara Barros, su exquisita corista a quién invitó a cantar “Chica Almodovar” mientras éste la miraba emocionado y maravillado por la interpretación y pasión que la cantante puso a la pieza. Luego, presentó e invitó a cantar a su pianista Antonio García de Diego “La canción más hermosa del mundo”.
Ya con estas canciones, se pasó de las nuevas a las clásicas que el público ha hecho suyas. El concierto continuó con: “Tan joven y tan viejo”, “A la orilla de la chimenea” seguido de un soneto, “Canción a la Magdalena”, “19 días y 500 noches”, “Peces de ciudad”,”Y sin embargo”, “Princesa” y en la voz de su guitarrista, Jaime Asúa, “Rubia platino”.
Con muchas emociones entre él público y Sabina, éste anunció que el concierto estaba llegando a su final y volvió a agradecer el apoyo. Seguido cantó “Contigo” y un medley de “Noche de bodas/Nos dieron las 10”. Luego de esta canción, pasaron todos los músicos al frente para despedirse. El público eufórico pidió otra y regresaron para complacer con la canción “Pastillas”. Cerrando así una noche memorable y dejando a una audiencia satisfecha.
El concierto de Joaquín Sabina fue un viaje poético en lo literal y metafórico por una trayectoria musical que ha calado no solo en la influencia a otros cantautores, sino en el cancionero Iberoamericano dándole palabras y sentido a emociones e historias que todos y todas llevamos dentro. Cada uno de los músicos dio lo mejor de sí no solo en su función del colectivo de la banda, sino también en sus talentos individuales en sus instrumentos y muchos de ellos como cantantes. El viernes 20 de octubre de 2023, el Coliseo de Puerto Rico se volvió un caparazón de historias, emociones y canciones cantadas desde el corazón no importando lo bien o mal que lo hicieran las personas. Sabina contó su trayectoria a través de sus canciones; El público celebró su vida en agradecimiento; Y entre unos y otros la noche fue una poema contra todo pronóstico.
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