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Todos en alguna medida nos debemos a otros, pero siempre a quién primero nos debemos es a nosotros mismo. Es en esa línea de pensamiento, que según a expresiones suyas, Natalia Jiménez está llevando su gira “La Jiménez”. En la conferencia de prensa de su concierto dijo que se estaba dando la oportunidad en esta gira de aparte de cantar para el público, cantar para ella misma canciones que la han formado como músico y algunas que ni siquiera ha grabado. Fue así que como ya se ha vuelto tradición para esa fecha, se presentó el 15 de febrero de 2025 en el Coca Cola Music Hall en un concierto lleno de energías.
La primera parte del concierto estuvo marcada por canciones desamor entre clásicos y suyas. Interpretó: “El triste”, “Vivir así es morir de amor”, “Gavilán o paloma”, “Como una ola”, “Si quieres”, “Si no te hubieras ido”, un medley del disco “Antología”, “Niña” y “Algo más” la cual le dedica a su hija a quién le que cantó siguiéndola con la mirada ya que se encontraba tras las cortinas de la sala de conciertos. Luego de esta canción, salió de tarima y se quedó la banda tocando sola.
Al regresar y cambiada, interpretó la canción “Creo en mí”. Luego de la misma habló un poco de su carrera y lo importante que ha sido Puerto Rico para ella. Fue tanta su emoción que le brotaron lágrimas, se le quebrantó la voz y tuvo que pausar para recomponerse. De ese modo salió de tarima mientras su baterista se hizo un solo prolongado mostrando su talento no solo al tocar, sino al integrar al público a seguirlo y corear ritmos.
Con todas esas emociones y volviendo de cambiarse, la velada continuó con una sección de boleros y las canciones: “Cien años”, “Sabor a mí”, “En mi Viejo San Juan”, “Perfume de gardenias”, “Bésame mucho” y “Piel canela”. Esta parte fue muy emotiva y en donde la cantante hizo un despliegue de su exquisito tanto interpretativo con su única voz. Algo curioso que pasó fue que Natalia vio entre el público cerca de la tarima a una joven con unas flores y la llamó para que pasara al frente. La chica así lo hizo, le dio las flores y Natalia le preguntó si cantaba y dijo que sí; Si quería cantar una canción también que sí; Le preguntó cuál y dijo que una de ella y así a capella ambas cantaron una parte de una dejando al público atónito y a la propia cantautora con el talento interpretativo de la joven de Naranjito. Natalia no tuvo otro remedio que arrodillarse a abrazarla al terminar dicha parte.
Luego de es última canción, Natalia salió. La banda interpretó de modo acústico: “Oye cómo va”. Al terminar, Natalia regresó vestida de mariachi y acompañada por un grupo de estos. Junto con la banda tocaron: “Canta, canta, canta”, “Me gustas mucho”, “La gata bajo la lluvia”, “Si nos dejan”, “Amor eterno”, “Costumbres”, “Me muero” y se despidió con “Quédate con ella”.
Tan pronto salió de tarima, el público pidió otra y la cantante no los hizo esperar. Regresó para cantar: “El Sol no regresa”, “Selfie” y “El rey”. Cerrando así una noche llena de emociones.
El concierto “La Jiménez” de Natalia Jiménez fue un encuentro íntimo entre cantautora y público. La selección de canciones, las luces, la interacción de ella con el público, sus comentarios e historias contadas, hicieron que ese enorme espacio de conciertos se sintiera como la sala de cualquier casa. Cada persona sola o acompañada, vivió una noche especial con La Jiménez, con la Natalia, con ambas. El arte de ser de la cantautora hace que sus canciones sean más que una experiencia interpretativa sino que se vuelven algo personal. Así fue esa noche inolvidable en el Coca Cola Music Hall.
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