Tomar fotos de desnudo en la naturaleza es más que hacer fotos...
El desnudo es la esencia más básica del ser humano; La ropa, impulsada en gran medida por la moral social, se vuelve modo de prejuicio, de esclavitud, de asesino del amor propio. En estos tiempos, la desnudez es un espacio de revolución y libertad. Ser libre es vivir la consciencia de lo que somos y podemos ser.
Tomar fotos de desnudos en la naturaleza es para mí como fotógrafo, una forma de conversar con la libertad de la modelo la cual a su vez abre diálogo con su entorno. Este ejercicio fotográfico nace desde esa timidez natural metafórica en la cual al desnudar la piel también lo va a haciendo con sus prejuicios. Esa metamorfosis de la ropa al desnudo es también un cambio espiritual, sobre todo, cuando estas fotos se toman en un lugar de absoluto silencio en el cual uno siento la espiritualidad del entorno.
Fotografiar desnudos en la naturaleza requiere una sensibilidad especial y espacial del fotógrafo. Del mismo modo, un@ “modelo” que sepa valorar su cuerpo como algo único y natural; Respetar y sentir el lenguaje del lugar; Establecer un diálogo con el fotógrafo sobre lo que cada cual desea hacer e integrar; Ser lo más natural posible.
El desnudo siempre debe ser esa libertad no negociable; Hacer fotos al desnudo es capturar y liberar a un mismo tiempo a la persona y la sociedad.