El arte tiene la virtud de hacernos vivir otras vidas, de viajar en el tiempo, de visitar lugares a los que nunca hemos ido y que tal vez nunca vayamos. Esa experiencia sobrepasa lo físico y lo culturalmente correcto para hacernos estar y vivir de modo sutil, pero intenso, cosas que trascienden lo lógico. Eso fue lo que se vivió el sábado 10 de septiembre de 2022 con la Orquesta Sinfónica en su sala en el Centro de Bellas Artes de Santurce en su concierto “Noches de Arabia”; Concierto gratuito para el pueblo.
Ante una sala llena, la Orquesta Sinfónica entró a la misma junto con su director el maestro Maximiano Valdés siendo recibidos con un público de pie dando un efusivo aplauso. La apertura del concierto fue con la composición “Me he perdido” de la compositora puertorriqueña Angélica Negrón; Obra inspirada, según la propia autora, en la poesía del poeta argentino Oliverio Girondo. Esta pieza musical es intensamente poética llevando a la Orquesta a explorar instrumentos, interpretaciones y ritmos pocas veces trabajados por ellos, pero que supieron llevar a cabo de modo magistral robando suspiros entre el público.
Luego de esa excelente interpretación, el viaje a Medioriente continuó con la interpretación de las piezas del Richard Staruss pertenecientes a “Cuatro lieder”: “Ruhe, meine Seele”, “Cecilie”, “Heimliche Aufforderung” y “Morguen!”. Éstas surgen de interpretaciones de los poetas Karl Henckell y Heinrich Hart. La fusión de melodías, texturas musicales, intensidades dramáticas, producen unas sensaciones auditivas y emotivas muy particulares. Cada final de cada pieza era un silencio lleno de voces y poéticas sensoriales. Durante esta sesión, contó en una de las mismas con participación de la soprano puertorriqueña de Corozal Meechot Marrero. Con su dulce, pero potente voz, supo llevar la poesía de la pieza y del sentimiento romántico de la misma a unos niveles de hermoso dramatismo emotivo.
Después de breve intermedio, la velada sinfónica nos llevó a otro viaje musical con esa reminiscencia a lo arabesco con las piezas pertenecientes a “Sherezade” de Nicholás Rimsky-Korsakov. Esta sesión estuvo compuesta por: “El mar y el barco de Simbad”, “La historia del príncipe Kalendar”, “El joven príncipe y la joven princesa” y “Festival en Bagdad. El mar”. Fue una parte altamente melódica con ese mundo árabe leído musicalmente desde la nostalgia. La historia en cada canción era palpable. Cada instrumento sumaba su textura para llevar a uno a otro mundo y realidad que solo conocemos desde lecturas y películas, pero que en la interpretación de la Orquesta Sinfónica nos hacía sentir lo relevante de las mismas aún en nuestros tiempos.
El concierto de la Orquesta Sinfónica “Noches de Arabia” fue una experiencia sensorial exquisita. La Orquesta ejecutó de manera maravillosa, expresiva y llevando a diversas sensaciones sensoriales al público; Al igual con la participación de la excelente soprano Meechot Marrero. El libro del programa del concierto en sí es una obra de arte en donde explica en el macro mi micro no solo el contexto de la Orquesta Sinfónica, director y demás componentes, sino un documento educativo en donde la historia y la poesía se funden. Fue un placer ver un público diverso en géneros, edades y seguramente en estratos sociales disfrutando en igualdad de una obra de arte musical. Ciertamente fue una noche poética para los sentidos que nos hace sentir orgullosos de nuestra Orquesta, de nuestra gente, de nuestro tiempo.
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